viernes, 20 de mayo de 2011

Ally McBeal

Ally McBeal, serie estadounidense estrenada a finales de los 90' por la cadena Fox, nos llegó a España de la mano de Fox España y, posteriormente, de la cadena Cuatro. Su creador, David E. Kelley, nos brinda una entretenida comedia (a veces dramática) con el telón de fondo de la práctica de la abogacía. La serie, protagonizada por Calista Flockhart, estuvo en el aire durante cinco temporadas, hasta que la falta de audiencia desencadenó su cierre definitivo.

En la serie, Allison Marie McBeal es una abogada perteneciente a la firma Cage & Fish, al cual ingresa gracias a un encuentro casual con un antiguo compañero de Harvard, Richard Fish, interpretado por Greg Germann. Una vez allí, se encuentra con su amor de la juventud, Billy Thomas (Gil Bellows) el cual ahora está casado; con una pedante y entrometida secretaria, Elaine (Jane Krakowski), otro socio fundador, John Cage, hipocondríaco y repleto de manías (Peter MacNicol). Por las noches, acude con su compañera de piso, Renée (Lisa Nicole Carson), que ejerce como fiscal, a un bar próximo al bufete en el que disfruta, y por consiguiente también nosotros, del magnífico repertorio musical que nos ofrece la cantante y pianista del local, encarnada por Vonda Shepard.

El bufete es el lugar en el cual se entretejen las relaciones de estos trabajadores, en cierto modo desequilibrados y excéntricos. Dos socios fundadores con ansias de enriquecerse bajo cualquier pretexto, que alientan a sus trabajadores a ganar cueste lo que cueste, dejando de lado la práctica legal ética para embarcarse en cualquier litigio usando las tretas menos ortodoxas, buscando los vestigios de la ley a través de los que lograr salir exitosos, con el pretexto del dicho popularmente conocido: “El fin justifica los medios”.

No obstante, estos litigios fugaces, propios de la efimeridad de los tiempos que nos toca vivir, son sólo la excusa para reflejar, una vez más, las relaciones entre las personas. La serie logra combinar con éxito las historias personales de Ally y sus compañeros con las aventuras y desventuras que transcurren en los juzgados. Es por ello que resulta satisfactorio ver las tramas enrrevesadas de adultos inteligentes, humanos con imperfecciones, seres maniáticos, fetichistas, neuróticos y viscerales.
A pesar de que la serie estuviese en el aire entre 1997 y 2002 en EEUU y llegase a España hacia 1999, no fue hasta 2006 cuando, gracias a la recién inaugurada cadena Cuatro tuve la oportunidad de ver esta serie de entretenimiento, repleta de efectos surrealistas y tramas cuanto menos divertidas. Esta acertada fórmula televisiva nos regala gratos momentos para disfrutar, relajarnos, y olvidarnos por un tiempo de nuestras propias vidas.

Tal vez el reflejo del gremio judicial no sea del todo acertado, pero no podemos olvidar que la realidad en EEUU dista bastante de la que nosotros somos testigos. Y no va a ser una excepción el ámbito judicial y los absurdos casos presentados por los ciudadanos estadounidenses, nada reticentes a llevar a cualquiera a juicio con el mínimo argumento, coherente o no.

Se trata de una serie con vida propia, la vida que nos ofrece el elenco de actores, la mayoría destacables por su interpretación orgánica y veraz. Encabezados por la magnífica Calista Flockhart, que encarna con gran acierto el papel de una mujer que se acerca a los 30 y lucha por crecer profesionalmente con su inteligencia y su valía como abogada. Su trabajo se vió recompensado con un merecido Globo de Oro y 3 nominaciones a los Emmy. Actualmente, coprotagoniza la serie Cinco hermanos, y tiene a sus espaldas algunos largometrajes no menos importantes. A pesar de no poseer una trayectoria demasiado extensa, su caldad interpretativa no se ve mermada en la serie en ningún momento, ya se trate de escenas dramáticas o cargadas de la ironía que caracteriza a su personaje. Del resto del reparto también cabe destacar a Peter MacNicol, Greg Germann y Jane Krakowski, entre otros.
Kelley muestra a lo largo de su carrera su tendencia por unir a elencos sin un personaje principal e incluso en Ally Mcbeal percibimos dicho rasgo. Hay episodios en los que la propia Ally tiene unas pocas líneas. Asimismo, en cada temporada algunos de los personajes desaparecen para ser reemplazados por personajes nuevos.
Son elementos destacables, desde mi punto de vista, el baño unisex del bufete donde se suceden situaciones de lo más absurdas; las fijaciones neuróticas y desequilibradas de los personajes; los litigios a los que se enfrentan; las excentricidades de los jueces, abogados y fiscales, y las continuas visiones que acechan a Ally, fruto de sus temores y percepciones distorsionadas de la realidad. Todo esto aporta un tono surrealista que salva a la serie de caer en la mediocridad característica de otras muchas que pueblan nuestro panorama televisivo.
Es preciso destacar la incuestionable calidad del aporte musical de Vonda Shepard, cantante que alcanzó la popularidad gracias a la serie. Su tema "Searchin' my soul", que se convirtió en la canción central, así como su versión de clásicos del pop de los 90 ofrecen la oportunidad de disfrutar de buena música mientras transcurre la serie, de escuchar canciones universales que ya pertenecen al inconsciente colectivo, acompañadas por un piano, una guitarra o un bajo. A partir de sus apariciones en esta serie, Vonda tuvo la oportunidad de grabar diversos álbumes con la banda sonora de la serie, así como logró difundir sus discos grabados con anterioridad. Pero la calidad musical de la serie no acaba aquí, ya que podemos gozar también de las apariciones puntuales de Barry White, Al Green y Tina Turner. Asimismo, cabe destacar la célebre Hooked on a feeling de Blue Swede, propia de las sucesivas visiones de un bebé que inquietan a nuestra protagonista.
Parece lógico, pues, la cantidad de galardones que recibió la serie a lo largo de sus años de emisión televisiva. Fue premiada en cuatro ocasiones, con el Globo de Oro a Mejor Actriz y Mejor Serie Comedia/Musical, entre otros. Así, también recibió numerosos Premios Emmy, a Mejor Mezcla de Sonido, Mejor Actor de Reparto, Mejor Serie de Comedia, etc. Se completa su gran acogida con otros premios como los Screen Actors Guild Awards, los American Comedy Awards y los Television Critics Association Awards.

A pesar de las críticas recibidas por presentar a una mujer inestable emocionalmente como protagonista de una serie televisiva, según mi parecer, es precisamente esto lo que salva la serie, aporta un toque cómico y fresco a las historias, desencadena situaciones surrealistas que pocas series nos ofrecen, y, sobre todo, nos pone ante una persona de carne y hueso, con sus inquietudes, sus inseguridades, sus miedos, sus dudas, sus errores y sus aciertos.
No obstante, no voy a negar la evidente decadencia de sus guiones a medida que avanzan las temporadas, cada vez más carentes de argumentos y con tramas más propias de un “culebrón” sudamericano o una serie televisiva destinada a un público adolescente.

En conclusión, Ally McBeal es una fórmula televisiva acertada y original dentro de unos límites. No podemos pedirle a la serie una trama inquietante, ni tampoco que genere en nosotros una tensión que nos mantenga pegados al televisor, pero sí podemos obtener de ella un buen rato, solos o en compañía, divertido y hasta emocionante en ocasiones, con golpes de humor nada gratuitos, tópicos en su justa medida, y un conjunto de personajes bien logrados y sin ningun desperdicio.

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